El chocolate se ha usado históricamente para bebidas y preparaciones, donde se ha sazonado con finas especias y frutos diversos, buscando destacar lo complejo de su carácter. Fue por mucho tiempo considerado como una bebida solo para los dioses por los Mayas, un producto escaso. Esto ha llevado a inventar distintas combinaciones, siendo la más común de leche y chocolate. Pero también ha nacido una combinación excepcional con frutos secos como las avellanas. Siendo una de las predilectas para las cremas, coberturas y que ya está en nuestra memoria.

Buscando resaltar el sabor del chocolate belga, pensamos en incluir un toque de avellana sin opacar las cualidades y características de nuestro té negro. Luego de varias pruebas, podemos presentarles nuestra propuesta, Chocolate Hazelnut.

Si estás solo acostumbrado a probar el chocolate con un toque lácteo, te invitamos a esta nueva experiencia. Ligeramente amargo y con un sabor a un chocolate complejo que no afecta o eliminar la astringencia propia del té negro. 

Por años el chocolate y las avellanas se han reunido en distintas preparaciones, ahora se integran de forma excepcional con él te negro en tu taza.